Te busque, a partir de un teléfono; al otro lado solo un sonido que me recuerda una línea, un punto, un trazo, todo sin sonido, sin efecto sin razón.
La razón, el motivo; saberte, acercarme apresuradamente pero… lentamente, tranquilo no hay prisa. Hoy, esta noche tan fría, tan sola, tan… tan… sin ti.
El cambió, levanto el teléfono, me decido a marcar y espero… un tono, otro tono; de pronto casi inesperadamente al otro lado una voz… escucho y, tu voz! Pienso para mí –finalmente- y un suspiro de tranquilidad me recuerda que no tengo por que forzar nada.
Un vaso y muchas esperanzas, muchas palabras, muchas ilusiones; todas las ilusiones y todos los sueños, todos los deseos, las esperanzas; esas (dice la gente que sabe…) se pierden al ultimo.
Continuo un poco mas atrás y veo, escaleras, al fondo, escritorios y te busco, siempre sabiendo donde encontrarte pero, intentando que ese “siempre” sea especial, que este momento lo recordemos después. Tu sonrisa esa mirada y ese estar, hoy, lo recuerdo y de pronto tock, tock, tock, alguien toca la puerta, me incorporo y me pregunto… Si no recordara, te estaría extrañando?
